voluntad de Dios para el hombre pecador, igual que su revelación divina y su verdad divina, no falla, porque Dios es constante; no cambia de mente. “El plan de Jehová permanecerá para siempre” (Salmo 33:11). No obstante, la gente se opone al plan de Dios. Pedro negó a su Señor (Mateo 26:69–75); Saúl, el rey escogido por Dios, se alejó de él (1 Samuel 15); el rey David cometió graves pecados (2 Samuel 11). Una y otra vez, la gente deja de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, pero Dios es fiel.
Pages 14–15